El empleo estacional debe, al igual que el empleo indefinido, ser objeto de comunicación a la Seguridad Social y al Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE). Se trata de una obligación legal que el empresario no puede obviar.
Por tanto, la contratación de un trabajador temporal o de temporada debe seguir un proceso tan riguroso como cualquier otra contratación, a pesar de la corta duración del contrato de trabajo.
Comunicación de la contratación estacional: una obligación legal
La contratación de trabajadores estacionales debe comunicarse mediante la Comunicación de Contratación Laboral al SEPE y el alta del trabajador en la Seguridad Social. Este trámite incluye información sobre el trabajador, el empleador y las condiciones del contrato.
Debe realizarse antes del inicio de la actividad laboral (período de prueba incluido) a través del sistema RED o del portal CONTRAT@, ambos gestionados por las administraciones públicas.
El empresario también deberá registrar al trabajador en el Libro de Registro de Personal y entregarle una copia del contrato y el justificante del alta en la Seguridad Social.
NB: Los estudiantes en prácticas académicas no laborales tienen un régimen diferente y no siempre requieren este trámite, dependiendo de las condiciones establecidas por el convenio de prácticas.
En caso de no realizar esta comunicación o realizarla de forma incompleta, el empleo será considerado como empleo no declarado, lo que en España se califica como infracción muy grave en materia laboral y de Seguridad Social.
Los riesgos del empleo no declarado
El empleo no declarado, independientemente de su duración, está prohibido y sancionado. Por ello, la correcta declaración de los trabajadores estacionales es tan importante como la de cualquier otro empleado.
El empleo no declarado puede acarrear sanciones de hasta 187.515 euros según la Ley sobre Infracciones y Sanciones en el Orden Social (LISOS). Además, el empresario deberá abonar las cotizaciones atrasadas a la Seguridad Social y puede enfrentarse a recargos e intereses.
En los casos más graves, el empresario puede ser sancionado penalmente, especialmente si hay fraude o explotación laboral.
Las inspecciones laborales son frecuentes, especialmente en sectores como la hostelería, la agricultura o el turismo, donde el empleo estacional es común.
En caso de accidente laboral que afecte a un trabajador no declarado, la responsabilidad del empleador es aún mayor, incluyendo la obligación de indemnizar los daños y perjuicios causados. Esto puede implicar el pago de indemnizaciones muy elevadas, incluso pensiones vitalicias, si el accidente deja secuelas permanentes.
Empleo estacional: verificación de cualificaciones
Además de los riesgos laborales, durante la campaña estacional pueden producirse accidentes que afectan a terceros o a las personas bajo la responsabilidad del trabajador contratado.
Por ello, antes de formalizar cualquier contratación, es fundamental verificar las cualificaciones y certificaciones profesionales del candidato.
Algunos puestos no requieren formación específica, pero otros, como los relacionados con actividades deportivas, animación o el cuidado de menores, exigen certificaciones oficiales como el Certificado de Profesionalidad o el título oficial correspondiente, como el Monitor de Tiempo Libre o el BAFA equivalente en España.
Un accidente grave puede derivar en una investigación que ponga en cuestión la legalidad de la contratación. Si se demuestra que el trabajador no tenía la cualificación necesaria, la responsabilidad recaerá en el empleador.
Por ello, es imprescindible solicitar y conservar una copia de los títulos o certificados de los trabajadores.
Aunque el proceso de declaración pueda parecer tedioso, no lo ignores ni recurras al empleo no declarado: las consecuencias legales, económicas y de responsabilidad son mucho más graves que el ahorro aparente.